Hausmann e IQS crean un nuevo sistema de purificación de aguas durante el proceso de obtención de aromas alimentarios.

Se trata de un adsorbente basado en óxido de grafeno, una técnica innovadora en este ámbito, que permite reducir el impacto de los residuos olfativos en la elaboración de aromas para la alimentación o la cosmética que, aunque no son peligrosos , generan malos olores.

La empresa catalana Hausmann y el Instituto Químico de Sarrià (IQS), a través del grupo GEMAT, han creado un nuevo sistema de purificación de las aguas que se utilizan en el proceso de obtención de aromas basado en óxido de grafeno . Este residuo, aunque no suponer un peligro para la salud humana o ambiental, genera malos olores que el consorcio cree que se podrán reducir con este sistema innovador.

Para este proyecto Hausmann e IQS (centro con el sello TECNIO) han recibido una ayuda de 163.000 euros en el marco del programa INNOTEC de ACCIÓN, la agencia para la competitividad de la empresa, del Departamento de Empresa y Trabajo . Esta línea de ayudas cubre hasta el 70% del coste de proyectos de I + D que se desarrollen entre pymes catalanas y grupos de investigación TECNIO.

Según explica el director técnico de Hausmann, José María Bueno, «el objetivo es conseguir dar otro uso a las aguas que se han utilizado durante el proceso de obtención de aromas, limpiando lo máximo posible, para poder revalorizar este recurso que, por ejemplo, se puede utilizar para regar «. De acuerdo con Bueno, «hasta ahora se han empleado diferentes sistemas, pero lo que podemos conseguir con el grafeno es el más eficiente porque sabemos que tiene capacidad de adsorción de gases y líquidos».

Por su parte, el doctor Carlos Colominas, de IQS, puntualiza que el grupo trabaja «para modificar el grafeno de manera que sea eficiente a la hora de adsorber los compuestos presentes en estas aguas durante el proceso de obtención de aroma «. Ahora bien, Colominas puntualiza que «el 0 absoluto no existe en cuanto a la eliminación de aromas, pero el objetivo es reducir el nivel residual, los malos olores». «No se trata de una contaminación tóxica, sino de un impacto olfativo, de un olor que está controlada», afirma.

Actualmente el proyecto se encuentra en fase piloto y el grupo de trabajo está comprobando la eficiencia en el laboratorio con la intención de llevarlo al mercado. De hecho, será Hausmann quien utilice este sistema una vez validado, ya que la empresa se especializa en la elaboración de aromas y extractos de plantas para sectores como la alimentación o la cosmética, entre otros.

Hausmann, de origen familiar y gestionada actualmente por la tercera generación, cuenta con más de 60 años de experiencia y una cincuentena de trabajadores. La empresa se encuentra actualmente situada en Sant Andreu de la Barca, pero pronto trasladará sus instalaciones en Abrera, donde dispondrá de un nuevo centro de investigación de 1000m2.

Por su parte, IQS trabaja este proyecto desde su Grupo de Ingeniería de Materiales (GEMAT). De hecho, el estudio de los compuestos derivados del grafeno es una línea de investigación que ha trabajado en los últimos meses a través del grupo. Finalmente, en el proyecto también trabajan la consultoría FGT y Asociados, encargada de acompañar en todo el proceso de la investigación.

Fuente : https://www.accio.gencat.cat/ca/accio/premsa-comunicacio/cercador-premsa-actualitat/article/20210711-hausmann?utm_source=twitterg&utm_medium=xxss&utm_campaign=xxss&s=08

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